Foto / Marce Rojas
Un joven que trabajaba como empacador en un supermercado, estuvo a punto de irse a la cárcel por haberse comido un paquete de Doritos que costaba $1.910. El joven ha dicho que debido a la falta de dinero para almorzar tomó la decisión de comerse el paquete sin pagarlo, pero no contaba con que el guardia de seguridad lo denunciara ante las autoridades. Por estos hechos el muchacho fue investigado por el delito de hurto calificado y agravado.
En audiencia pública hubo varias posiciones encontradas, por una parte el Fiscal decía que estos hechos hacían parte de una Contravención del Código de Policía por la cuantía tan pequeña. Por su lado el Ministerio Público afirmaba que el consumo de un solo paquete de Doritos o cualquier snacks no afectaba al almacén y no le producía una enorme pérdida.
Pero si coincidían en precluir la investigación, es decir que se cancelara, pero el abogado del supermercado afectado insistía en que el caso debía llegar hasta la última instancia judicial y el joven debía recibir una condena.

Dramatizado sitio de empaque en almacén
Foto / Marce Rojas
Por su parte el representante del Supermercado manifestó que no se trataba sólo de la pérdida de $1910, sino de todo el sistema de seguridad que deben pagar para evitar este tipo de robos, como personal de seguridad y cámaras de video. Además dijo que esos actos hacían que los dueños del comercio estuvieran permanentemente en una carrera loca por capturar a los ladrones.
FENALCO por su parte dijo que en el 2005 solo en robos menores los supermercados tuvieron una pérdida cercana a los cincuenta mil millones de pesos. Además manifestó que lo que más roban con cuchillas de afeitar, chicles, dulces y productos de las monigóndolas.
La Juez 35 de conocimiento hizo su pronunciamiento y dijo que se trataba de un delito de bagatela que no debía afectar ni desgastar la justicia, pues se deben tratar en otra instancia. Por eso tomó la decisión de precluir la investigación.
Otro caso similar llegó a una instancia superior, al Tribunal de Bogotá. Esa vez se trató de un hombre que se robó una caja de caldo de gallina que costaba $19.900. En este caso los magistrados le dieron al acusado seis meses de prisión que deberá pagar no en la cárcel, pero sí demostrando buen comportamiento.
Precisamente por todo este desgaste judicial varios jueces, fiscales, defensores y abogados, buscan que se apruebe una ley que pretende delimitar las cuantías menores, es decir que sólo sean llevados a los estrados los hurtos de más de ocho millones de pesos. Los casos que lleguen por hurtos menores serán llevados a una instancia que busque la conciliación y el pago por el daño causado.
3 comentarios:
Efectivamente, el juez que precluyó la investigación por ser un delito de bagatela actúo conforme a Derecho. Por lo cual, frente al hurto de los de los Doritos, no es pertinente referirse aún más.
Sin embargo, el que hurten con bastante frecuencia ese tipo de cosas, representa problemas de otro tipo, medidas desde otras instancias, pero no merecen mover todo el aparato jurisdiccional del Estado, para castigarlos, si eso es lo que pretenden.
Me permito disentir por cuanto considero que es importante que desde el punto de vista de la política criminal se establezcan ejemplos que envíen el mensaje a la comunidad en contra del hurto, como el caso no tan reciente de los 7 años de prisión que se le dio a un señor por tocarle la nalga a una joven que si bien pareciera un acto "inofensivo" desde el punto de vista de política criminal es importante que se den este tipo de fallos
Está muy mal que lleven a conciliación casos antes de los 8 millones de pesos. Los ladrones aprovechan la ley y se escudan para cometer sus fechorias. Entre más les den espacio ellos mas lo van a aprovechar. Las cosas deben recibir su respectivo castigo.
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