
Audiencia pública en Paloquemao
Foto / Marce Rojas
Durante agosto de 2006 un grupo de familias desplazadas de diferentes partes del país se tomaron la plaza de Bosa e instalaron cambuches como protesta porque el Gobierno no les había cumplido con muchas de sus solicitudes que ellos habían hecho, entre ellas el derecho a una vivienda digna para cada familia.
Pasados varios días los medios de comunicación hicieron un cubrimiento informativo sobre toda la situación y tal vez eso presionó a las autoridades a ofrecer una pronta respuesta. Después de varias conversaciones se logró un pacto y los desplazados prometieron irse de la plaza, lo que se hizo efectivo el 28 de agosto de 2006 en la noche.
Cuando se pensaba que todo había quedado solucionado, una madre reportó a las autoridades que esa noche, su hija quien padecía de síndrome de down, había sido violada por uno de los desplazados en los baños que estaban cerca de los cambuches.
El agresor huyó y no se volvió a saber de él hasta el 6 de diciembre del año pasado cuando él se presentó a pedir ayuda en uno de los puntos de atención a personas desplazadas. Como las autoridades estaban tras su pista, él fue identificado por el personal que atendía en ese lugar. De inmediato la Policía fue informada y se logró la captura.

Audiencia pública
Foto / Marce Rojas
El violador aceptó en la primer audiencia lo ocurrido y luego se realizó una audiencia de incidente de reparación donde se logró un acuerdo entre la madre de la niña violada y el defensor del agresor por seiscientos mil pesos.
El abogado manifestó que pagaría en el momento de la diligencia judicial cien mil pesos en efectivo que le había entregado la esposa del violador y el resto a través de una letra.
Para una mayor seguridad del pago, la Fiscalia solicitó que éste se hiciera a través del Centro de Servicios de Paloquemao y que sólo hasta que estuviera confirmada la consignación se dictara sentencia. Esta decisión fue aceptada por la juez y por la defensa, quienes acordaron que el 16 de abril ya se tendría una condena definitiva.
Después de la diligencia entrevisté a la madre de la niña abusada quien manifestó estar de acuerdo con lo pactado, pues según ella el agresor era también un desmovilizado y ella era consiente que tampoco tendría mucho dinero para pagarles. Además expresó su tristeza por lo ocurrido, pues según ella el objetivo de la participación de la protesta era obtener un lugar donde vivir, “uno se mete en estas cosas por buscar una ayuda y mire en lo que terminamos metidas” afirmó la mujer.
El abogado manifestó que pagaría en el momento de la diligencia judicial cien mil pesos en efectivo que le había entregado la esposa del violador y el resto a través de una letra.
Para una mayor seguridad del pago, la Fiscalia solicitó que éste se hiciera a través del Centro de Servicios de Paloquemao y que sólo hasta que estuviera confirmada la consignación se dictara sentencia. Esta decisión fue aceptada por la juez y por la defensa, quienes acordaron que el 16 de abril ya se tendría una condena definitiva.
Después de la diligencia entrevisté a la madre de la niña abusada quien manifestó estar de acuerdo con lo pactado, pues según ella el agresor era también un desmovilizado y ella era consiente que tampoco tendría mucho dinero para pagarles. Además expresó su tristeza por lo ocurrido, pues según ella el objetivo de la participación de la protesta era obtener un lugar donde vivir, “uno se mete en estas cosas por buscar una ayuda y mire en lo que terminamos metidas” afirmó la mujer.
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