Juan Carlos Mora Alfonso, cansado de su situación económica y de que nadie lo atendiera como él quería, pensó equivocadamente que la solución a sus problemas podría ser llegar a la Defensoría del Pueblo con la excusa de ser un Hombre Bomba que haría explotar todo el edificio sino se cumplían sus exigencias.
En medio del pánico dentro de la entidad, algunos agentes simularon ser periodistas y al intentar acercase al hombre lograron desarmarlo y se dieron cuenta que todo era una falsa alarma y que nunca existieron los explosivos.
Mora Alfonso, fue llevado ante un juez de garantías por los delitos de amenaza y pánico, pero en un comienzo no hubo aceptación de cargos.
Luego se realizó un preacuerdo con la Fiscalía que consistía en que él aceptaba los cargos y a cambio recibiría la tercera parte de la pena. La condena proferida por el juez de conocimiento fue de 10 meses y 21 días de prisión, pero como es un delito excarcelable, el hombre podría quedar en libertad.
Lo curioso del caso es que Juan Carlos Mora, actualmente sí está en la cárcel, pero no por este delito, sino porque debe pagar un año de prisión por un proceso en su contra por inasistencia alimentaria.
Así las cosas, después de pagar su condena de 1 año de prisión, deberá pagar 10 meses de libertad, pero demostrando buen comportamiento y además debe pagarle al Estado una multa de $3.672.000.
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