Omisión de socorro, una sanción a la falta de solidaridad con los heridos

No ayudar a los heridos podría generarle una sanción penal entre dos a seis años a cualquier colombiano. El caso más reciente ocurrió en Bogotá cuando un taxista no atendió el llamado de la Policía que le pidió trasladar un herido víctima de un robo con arma blanca a un centro médico. El proceso está pendiente de un fallo en los juzgados de Paloquemao y podría convertirse en un ejemplo para la falta de solidaridad de algunas personas, aunque la polémica se centra en una posible estrategia de los ladrones para robarle a quienes colaboren.

Eran las 9:45 p.m. del viernes 21 de septiembre cuando un hombre caminaba por una calle solitaria de Bogotá exactamente en la calle 67 con carrera 15, cuando de un sitio oscuro salieron unos sujetos armados con arma blanca quienes le pidieron que les entregara su dinero, el hombre se negó y recibió varias heridas en su cuerpo.

La víctima quedó tirada en el piso y minutos después llegaron varios policías que al verlo herido le prestaron ayuda pero como no tenían en que movilizarlo hasta un centro de salud, le pidieron la ayuda a un taxista que pasaba por el sector quien se negó a prestarles el servicio. Según testigos, el taxista Oscar Andrés Medina Triviño de 26 años, se negó aduciendo que “se le dañaba la cojinería”, pero el implicado ha dicho que no los ayudó porque su vehículo estaba fallando y ya se había varado.

Aún no se ha determinado quién dice la verdad, pero lo que sí es cierto es que los policías en ese instante pararon el taxista, buscaron otra forma de llevarse al herido hasta el hospital Simón Bolívar y luego trasladaron al conductor hasta la estación de San Bernardo al norte de la ciudad, donde le dijeron que lo iban a procesar por el delito de Omisión de Socorro que es el artículo 131 del código penal y que dice: “El que omitiere, sin justa causa, auxiliar a una persona cuya vida o salud se encontrare en grave peligro, incurrirá en prisión de dos a cuatro años”, (con los incrementos darían de dos a seis años de prisión).

El taxista fue llevado a la Unidad de Reacción Inmediata, URI de Engativá donde el sábado 22 de septiembre le hicieron la legalización de captura que fue apelada y que está pendiente de resolver. También está pendiente la formulación de acusación por este delito de Omisión de socorro.

Este caso se convierte en el primero que es llevado ante un estrado judicial y también es un llamado de alerta a la ciudadanía para que sea más solidaria porque de lo contrario podría implicarse en un proceso judicial.

Al consultar a varios conductores sobre si ellos llevarían a alguien que pareciera herido a un centro hospitalario la mayoría dijo que no por cuestiones de seguridad: “A veces es una estrategia el hacerse el herido para robarle a uno el carro”, “Es un riesgo porque si el paciente se muere o queda inconsciente, ¿quién le dice a las autoridades que uno no fue el que lo atropelló o el que lo hirió?”, “Con tanta inseguridad es difícil confiar, pero si el herido está con la Policía pues es diferente”.

El tema está candente y más en un país donde prima la desconfianza. Ahora resta esperar si la justicia le va a dar a este taxista una sanción ejemplar o si pasa a ser un caso más de falta de colaboración.