Audiencia PúblicaFoto / Marce Rojas
El dos de agosto del 2006 una adolescente de 14 años salió con su bebé de 25 días de nacido del Hospital El Tunal después de asistir al programa de mamá canguro. Ella estaba muy preocupada porque no tenía dinero ni para tomar el bus de regreso a su casa, ni para comprarle comida a su hijito.Una mujer que se encontraba cerca del hospital se percató de la tristeza de la niña y la interceptó. Comenzó a preguntarle sobre su angustia y la niña le respondió que su problema era la falta de dinero. De inmediato esta mujer de 46 años le ofreció un café y unas galletas en una cafetería y poco a poco se fue ganando la confianza de la madre adolescente.También le dijo que ella tenía ropa y algunos juguetes de sus nietos que le podrían servir y la convenció para que fueran a un barrio en el sur de la ciudad para hacerle entrega de varias cosas.
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La llevó por diferentes sitios de la ciudad a veces en bus, a veces caminando y finalmente la llevó a la Av. 68 con Av. Américas donde la hizo caminar más de 20 cuadras hasta que llegaron a la zona de San Victorino. Ya en el lugar comercial la convenció de comprarle al bebé un azabache para quitarle según ella "el mal de ojo".
La mujer le entregó dos mil pesos a la niña para que realizara la compra y se ofreció a quedarse con el bebé para cuidarlo. Mientras la pequeña entró al local, la mujer se subió de inmediato a un bus de servicio público que tenía ruta por la carrera décima.
La niña de inmediato se dio cuenta que su hijo había sido secuestrado y salió corriendo en su búsqueda. La raptora ya iba en el bus pero con tanto nerviosismo que los mismos pasajeros se percataron que muy posiblemente el bebé que llevaba no era de ella y era producto de un secuestro, así que hicieron bajar a la mujer en el Centro de Atención Inmediata, CAI de Berna y la entregaron la Policía.
Mientras tanto la mamá buscaba a su hijo por otro sector también con las autoridades. Luego en un cruce de comunicaciones entre la Policía la adolescente logró volver a tener a su pequeño en sus brazos.
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La mujer fue llevada ante un juez y no aceptó el cargo de secuestro simple, así que tuvo que enfrentarse a un juicio oral. La raptora se comprometió a pagarle a la madre adolescente un millón quinientos mil pesos en quince letras de cambio.
En las diligencias la Fiscalia manifestó que había encontrado en sus investigaciones información que corroboraba que la mujer le había mentido a su compañero sobre un supuesto embarazo y luego se le ocurrió que para tener un bebé real la mejor forma era comprarlo, por lo cual hipotecó su casa, con tan mala suerte que contactó unos falsos vendedores que le robaron ocho millones de pesos y nunca le entregaron nada.
La Fiscalia afirma que tal vez por eso la mujer pensó que la otra opción de conseguir un bebé era robarlo y fue precisamente por eso que aprovechó la situación de la madre adolescente para su cometido.
La Fiscal del caso me mostró una foto de la mujer investigada donde supuestamente estaba en cinta y con ropa de embarazada, pero también me contó que la teoría del falso embarazo y la hipoteca para la compra de un hijo no había podido ser demostrada en el juicio porque la familia de la investigada había preferido no atestiguar para no dañar la imagen de esta mujer.
La juez del caso manifestó muy molesta que la mujer "había engañado a la niña con el argumento de comprarle un azabache para el mal de ojo, sin saber que debía proteger a su hijo pero de las oscuras intenciones que tenía la mujer para secuestrarle a su bebé".
La juez le dio a la mujer una pena de 22 años y tres meses de prisión, decisión que fue apelada por la defensa, así que el caso irá al Tribunal. Lo que es incierto es sí la mujer cumplirá o no la condena porque actualmente se encuentra en libertad y ya con una pena tan alta podría intentar fugarse.