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Comunicadora Social Periodista con Especialización en Gerencia de la Comunicación Organizacional. Ganadora por Colombia del programa para periodistas líderes del mundo Edward Murrow 2009. Ganadora Premio Bicentenario de periodismo 2010: Construcción de memoria en categoría de televisión. Periodista judicial en City TV y Canal Caracol. Presentadora del programa "Fiscalía para todos"

miércoles, octubre 18, 2006

Niña de dos meses fue secuestrada en importante hotel de Bogotá

Esmeralda Echeverri en Audiencia pública
Foto / Marce Rojas


En septiembre una familia de desplazados conoció en Bogotá a una mujer que les dijo que pertenecía a una ONG y que los podría ayudar a solucionar su situación económica, pero sobre todo a mejorar el futuro de sus hijos. Ellos le creyeron y se vieron con ella durante algunos días.

El 10 de septiembre de 2006 en el Hotel Tequendama de Bogotá se pusieron una cita y la mujer le pidió a la mamá que le dejara llevar a su hija de dos meses a unos exámenes médicos, la madre no dudó y la entregó. Pasadas las horas nadie regresó.

De inmediato se dió anuncio a la Policía y con un video del hotel se realizó el retrato hablado de la mujer y se dio inicio a su búsqueda en la Terminal de Transporte de Bogotá y en varios lugares de la ciudad.

El 14 de septiembre a las cinco de la tarde, la Sijín de Cali recibió la llamada de una mujer que les informó que sabía quien tenía la niña que estaban buscando en Bogotá.

Al otro día en las horas de la tarde, una señora y su hijo quien había sido soldado del ejército, llegaron a la oficina de la Sijín y denunciaron que la mujer que aparecía en las noticias como raptora de la bebé desaparecida era su hija y hermana.

También dijeron que la mujer había llegado a la casa con la niña y con una pañalera buscando ayuda, pero ellos no la apoyaron en lo que estaba haciendo y así se lo hicieron saber. Tal vez por esta razón la mujer salió de la casa a las diez de la mañana y no volvieron a saber de ella hasta ese momento.

Esmeralda Echeverry / Audiencia Pública
Foto / Marce Rojas
Los denunciantes dieron la dirección de la casa donde vivían en un barrio llamado Altos de Normandía. De inmediato se empezó a montar un operativo y en las horas de la noche fue allanada la casa.

La mujer, llamada Esmeralda Echeverri de 28 años, fue capturada y llevada a la Casa de Justicia de Cali, pero luego fue llevada a Bogotá para que se presentara ante un juez de garantías y se realizara la legalización de la captura, formulación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento.

Mientras la mujer estaba en Cali en la Casa de Justicia, la policía informaba que en Armenia, Quindío, había sido encontrada la niña, gracias a que el dueño de un hotel en esa ciudad había denunciado que una mujer de 28 años de edad había llegado con una niña recién nacida y la había dejado abandonada. Luego de indagar se dieron cuenta que se trataba de la bebé que venían buscando.

La niña fue entregada a sus padres mientras la mujer se enfrentaba a una audiencia pública. La Fiscalia le formuló los delitos de secuestro simple y agravado, que podrían darle entre 16 y 30 años de cárcel.

Esmeralda quiso detener su proceso afirmando que ella no fue capturada en flagrancia pues ella misma era quien se había entregado y además ella no estaba con la niña en el momento de la captura porque la había dejado en un hotel en Armenia.

La juez afirmó que si hubo flagrancia pues mientras ella se entregó a la Policía la niña continuaba desaparecida.

Esmeralda Echeverri, no aceptó los cargos en la primer audiencia, pero luego realizó un preacuerdo con la Fiscalía donde ella acepta el cargo de secuestro simple y le darían una rebaja de la mitad de la pena. La última decisión la tendrá la juez cuando dicte sentencia.

domingo, octubre 08, 2006

Rector de colegio los Pinos investigado por actos sexuales hacia uno de sus alumnos

Alberto de Jesús Vanegas Bedoya / Rector del Gimnasio Los Pinos en audiencia pública
Foto / Cortesía City Noticias

En agosto de 2006 una madre se acercó a la URI de Usaquén para denunciar que su hijo de 13 años había sido víctima de caricias sexuales por parte del cura y rector del Gimnasio Los Pinos, lugar donde estudiaba y cursaba séptimo grado de bachillerato.

Según el relato del jóven los hechos ocurrieron el 31 de julio de 2006 en las horas de la mañana.

Antes de ingresar a la clase de biología se dirigió a la rectoría a hablar con el sacerdote sobre la posibilidad de recibir una beca. Él afirma que cuando ingresó el rector Alberto de Jesús Vanegas Bedoya, cerró la puerta con llave, lo recostó contra la pared y lo intentó besar, en ese momento entró una llamada telefónica, el sacerdote contestó y envió al menor a la sala de juntas a donde luego llegó y lo acarició.

El jóven afirma que después de lo ocurrido el rector le pidió que no le contara a nadie lo que había sucedido, pero pasados unos días él le contó a su mamá.

Después de la denuncia el sacerdote se presentó voluntariamente en la URI de Usaquén y le fue realizada la audiencia pública donde le formularon el delito de acto sexual abusivo con menor de 14 años, pero el no aceptó y la defensa pidió la preclusión del caso, es decir, que se pusiera fin a la investigacion del proceso penal. Mientras se adelanta la investigación el padre fue enviado a un lugar especial dentro de su comunidad religiosa.

La juez de conocimiento que atendió la solicitud no la aceptó, pues consideró que era muy curioso que después de varios meses los trabajadores del colegio recordaran todo lo ocurrido con lujo de detalles de tiempo, modo y lugar. Además revisó las entrevistas que tuvo el psicólogo con el jóven donde según ella: "se trató de un relato de los hechos coherente, lógico y no se observaba que fueran historias de fantasía" afirmó.

Por esta razón la juez consideró que el caso debe seguir siendo investigado por el fiscal para determinar si el padre tocó al muchacho o si el menor esta mintiendo, pues "no existen pruebas para desvirtuar el testimonio del jóven" declaró.

sábado, octubre 07, 2006

A juicio cabo del ejército que violó a niña de 5 años


Erick Fernando Gavíria / Acusado de violar a una niña de 5 años
Foto / Cortesía City Noticias

Hacia las 6:30 a.m. del 1 de septiembre de 2006 recibí la llamada de un agente del CTI quien me informaba que en la noche anterior se había presentado un terrible caso de violación donde estaba involucrado un cabo del ejército.

La audiencia sobre este caso se realizó ese mismo día en la Unidad de Reacción Inmediata URI, de la Granja, debido a que los hechos ocurrieron en el barrio Patria, en Bogotá Colombia.

Desde el medio día los periodistas llegaron a la URI y en uno de los costados del lugar pudieron obervar que se encontraba estacionado el carro rojo donde el hombre habría cometido el delito. Frente a la puerta de acceso esperaban anciosos familiares del cabo, de la niña, periodistas y curiosos.

Erick Fernando Gavíria / Acusado de violar a una niña de 5 años
Foto / Cortesía City Noticias

Finalmente se permitió el acceso a la sala de audiencias pero fue muy restringida, familiares de víctima y victimario tuvieron que compartir las sillas en un espacio reducido.

La audiencia inicio hacia las 4:00 p.m. y terminó pasadas las 8:00 p.m. En ella la fiscal relató los hechos: el jueves 31 de agosto a las 11:00 p.m. un taxista llegó a un lavadero de carros acompañado de sus dos hijos, un niño de siete años y una niña de cinco. Por unos minutos los dejó en el parque infantil cercano y cuando regresó ellos ya no estaban.

De inmediato llamaron a la red de apoyo de taxistas y se dió inicio a la búsqueda de los pequeños. Minutos más tarde el niño llegó al lavadero y les dijo que un hombre se les había acercado, les había ofrecido dulces y llevarlos a dar un paseo. Cuando ellos se subieron al carro vieron que los vidrios eran oscuros y que el hombre era "un soldado" afirmó el pequeño.


Audiencia de control de garantías

Foto / Cotesía City Noticias

El niño relató que cuando habían avanzado una cuadra el hombre le dijo que se bajara y lo lanzó del carro quedándose con su hermanita. Al escuchar la historia el papá y demás taxistas llamaron a la Policía y continuaron la búsqueda.

A pocos metros de la Escuela Militar de la calle 80 y cerca a la residencia del cabo, fue encontrado el sujeto reclinado en el carro sobre la niña y con su pantalón y ropa interior a los tobillos. La pequeña estaba llorando, con su ropa interior también a las rodillas y tapándose la cara con su vestido. Ella acababa de ser violada por el cabo.

La policía lo detuvo y pudo verificar que el hombre se encontraba en un alto estado de alicoramiento. La víctima fue llevada a medicina Legal y se confirmó que había sido agredida sexualmente.

En la audiencia la fiscal le formuló los delitos de: acceso carnal agravado, secuestro y lesiones personales, que podrían darle de 16 a 30 años de cárcel. El cabo no aceptó los cargos y su caso irá a un juicio oral.

Aclarado crimen de familia de esmeralderos

Vivienda de la familia de esmeralderos asesinada en Modelia, Bogotá, Colombia
Foto / Cortesía City Noticias
En el 2005 una familia que se dedicaba a la compra y venta de esmeraldas y que vivía en el barrio Modelia de Bogotá, conformada por papá, mamá y sus dos hijos, no pudo disfrutar de la navidad como lo hacía cada año, pues el 19 de diciembre hacia las ocho de la noche ingresaron a la casa dos hombres que los asesinaron y luego se fugaron con trescientos ochenta millones de pesos. Este caso y la frialdad del homicidio estremecieron a toda Bogotá.

El Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, realizó un allanamiento a la casa y encontró huellas del papá y de otra persona en latas de cerveza. Además hallaron un canguro que tenía unas llaves y el recibo de administración de una vivienda en el barrio Castilla al sur de la ciudad.

Con dirección en mano se dirigieron a la casa que pudieron abrir con las llaves del canguro y vieron que estaba desocupada, pero en la cama y en la ducha de la habitación principal encontraron las mismas huellas que estaban en las latas de cerveza, lo que les hizo suponer que el dueño estuvo en la residencia de la familia asesinada.


Alejandro Montoya Morales, principal sospechoso
Foto / Cortesía City Noticias

De inmediato identificaron a los propietarios y concluyeron que se trataba de un comerciante que tenía vínculos con la familia y que al parecer estaban a punto de cerrar un negocio con ellos.
La casa fue sellada, pero días después de la diligencia judicial, la esposa del principal sospechoso y otros tres hombres ingresaron al lugar rompiendo sellos y apropiándose de algunas evidencias. La policía los capturó y los llevó a audiencia pública, pero luego por situaciones aún no determinadas quedaron en libertad.

La captura del principal sospechoso , Alejandro Montoya Morales, se logró cuando una mujer que los conocía y que vivía con ellos lo reconoció en el periódico donde anunciaban que él era uno de los hombres más buscados en el país. Inmediatamente llamó al CTI y se montó un operativo para su captura.

El hombre se mando hacer cirugías plásticas en el cuello, nariz y mentón, buscando una transformación en su rostro que le permitiera huir de las autoridades, pero la policía lo capturó justo cuando él salía de la clínica. Desde ese momento fue llamado "El mil Caras".

Montoya Morales fue llevado a audiencia pública y negó haber participado en el delito, así que se realizó un juicio oral donde varios testigos confirmaron su autoria. El primer día lo identificó la mujer que lo delató y el último día lo identificó el vecino que lo vió salir de la casa de la familia asesinada minutos después de escuchar los disparos.

Alejandro Montoya Morales, principal sospechoso
Foto / Cortesía City Noticias


Además declaró el agente que lo capturó quien afirmó que el hombre les ofreció cincuenta millones de pesos para que lo dejaran en libertad: "Me causó mucha curiosidad que ofreciera esa cantidad de dinero si era inocente" afirmó el agente quien hoy está fuera de la ciudad por amenazas.

Se sabe que la primer fiscal del caso está amenazada y tanto la denunciante como varios agentes se encuentran bajo protección de testigos.

El juez le dictó fallo por los delitos de homicidio agravado, hurto calificado, porte ilegal de armas y cohecho. La pena que tendrá que pagar es de 57 años de prisión.

jueves, octubre 05, 2006

Madre condenada por actos sexuales contra su propia hija

Audiencia Ruth Elizabeth Rodríguez y Freddy Antonio Rolón
Foto / Marce Rojas

El 19 de enero de 2006 una mujer se presentó en una clínica del norte de Bogotá Colombia con su nieta de dos años y ocho meses, quien estaba golpeada y con lesiones muy graves en sus zonas genitales.

Lo que la mujer no se imaginó es que al realizar la denuncia por lo ocurrido ante la Fiscalia, resultaría involucrada también su hija, Ruth Elizabeth Rodríguez, la madre biológica de la niña.

Desde el comienzo de la investigación se vinculó al padrastro, Freddy Antonio Rolón, como responsable del daño causado a la menor de edad, pero ni él ni su compañera aceptaron los cargos y tuvieron que afrontar un juicio.

Durante el juicio oral varios testigos hablaron de los fuertes castigos que le propinaba el padrastro a la niña; algunos consistían en dejarla largas horas de pie y de espaldas contra la pared, o bañarla con agua fría.

Una vecina dio una declaración contundente: "yo vi al señor Freddy Antonio Rolón bañarse con la niña. Fue al baño, se demoro como 15 minutos, salió en toalla con el torso desnudo y con la niña en brazos llorando, la madre estaba barriendo sin interesarle la suerte de su hija menor", anotó.

Con éste y otros argumentos relacionados, el Juez del caso afirmó que sí se cumplían los delitos de lesiones personales dolosas y el delito de acto sexual abusivos con menor de 14 años. Para el Juez la madre y el padrastro son igual de responsables por los daños causados a la menor de edad y consideró que bien sea por acción u omisión debían responder por lo ocurrido.

La sentencia para ambos fue de once años y cinco meses de prisión. El padre natural de la niña y quien estaba separado de Ruth Elizabeth desde hace dos años, pidió como indemnización para la niña una suma cercana a los 10 millones de pesos, pero luego en un preacuerdo se pactó una indemnización de cinco millones de pesos que el padrastro se comprometió a pagar en cuotas de quinientos mil pesos mensuales.

martes, octubre 03, 2006

Militar en retiro acusado de violación a una menor de edad

Exmilitar acusado por violación en audiencia pública
Foto / Marce Rojas
Un ex militar del Ejército Nacional está siendo investigado por la violación a una niña de 12 años en momentos en que ella se encontraba sola en la tienda de su mamá y le vendía una gaseosa.

*Sara, la madre de la pequeña, afirma que el hombre le había ofrecido a su hija un celular, juguetes y dinero para que fueran "novios" pero con la condición que no le contara a nadie. La niña nunca aceptó y en diciembre de 2005 se produjo la violación que dio como resultado un bebé que nació en agosto. Para muchos la decisión de tener el bebe fue una sorpresa, pero también un ejemplo a seguir. La pequeña por su parte siempre ha manifestado que su hijo debía nacer pues "él no tuvo la culpa de lo que a ella le hicieron", aseguró la menor.

Durante todo el proceso el hombre ha sostenido que él no es culpable, pero la Fiscalia tiene dentro de sus evidencias una prueba de ADN que le fue practicada y que confirma en un 99% su paternidad.


Exmilitar acusado a la salida de la audiencia

Foto / Marce Rojas

En audiencia pública la defensa pidió la nulidad por vencimiento de términos y además según el acusado, porque la primera defensa de su cliente no actúo como tal al decidir no continuar con el caso hasta el final y porque no lo asesoró en forma adecuada sobre la prueba de ADN.

*Sara afirma que la prueba fue obtenida en forma legal y que incluso quien la pagó fue el mismo investigado. "Nosotros no tendríamos dinero para pagar eso".

Jueces de la República opinaron sobre la petición de nulidad y afirmaron que en este caso no procede, de pronto se podría presentar una libertad, pero no la nulidad. Los gastos que ha implicado tener al bebé han costado más de cuatro millones de pesos debido a que nació con complicaciones y ha tenido que permanecer por mucho tiempo en una incubadora. Por eso una de las solicitudes de la niña agredida y de su mamá es que el abusador responda por los costos de manutención del recién nacido y que vaya a la cárcel por lo que hizo.

El viernes 6 de octubre de 2006 la defensa pidió la libertad por vencimiento de términos y la juez no lo otorgó por considerar que la Fiscalía sí cumplió con los requisitos. Luego pidió la detención domiciliaria y llevó como evidencias cartas de militares donde hablaban del buen comportamiento del hombre en su vida militar, pero la juez tampoco la otorgó porque dijo que el hombre sí representa un peligro para la sociedad y para la víctima y por eso no puede estar por fuera de la cárcel.

*Sara, nombre cambiado por protección a la víctima.

Llevaba droga en el coche de su bebé

Emelida Urquijo / Imagén cortesía City Noticias

El 19 de octubre de 2005 se presentó en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá Colombia, un caso que llamó la atención de la policía, una mujer intentó pasar cinco kilos de heroína en el coche y la pañalera de su hija de 14 meses de nacida.

La policía aeroportuaría se percató del nerviosismo de la mujer y al requisarla encontró la droga, de inmediato Emelida Urquijo fue puesta a disposición de un fiscal y luego fue llevada ante un juez de garantías donde admitió que llevaba la droga hacia Estados Unidos y fue investigada por el delito de "Tráfico de estupefacientes agravado".

Luego ante un juez de conocimiento volvió a aceptar los cargos y dijo que viajaba a Estados Unidos de vez en cuando debido a que tenía una hija de 20 años que vivía allá y que incluso su hija menor de 14 años había nacido en ese país.

La Fiscalia y el Ministerio Público pidieron una pena ejemplar para la mujer por haber utilizado a su bebé para el tráfico de drogas. La defensa por su parte pidió que la pena a imponer se redujera a la mitad y se otorgara la detención domiciliaria teniendo en cuenta que la mujer es madre cabeza de familia.

Después de escuchados los argumentos de las partes la juez emitió su fallo:

- 13 años, dos meses y 12 dias de carcel.
- Multa de 1800 salarios minimos legales vigentes.

El caso fue llevado ante el Tribunal, pero la pena no cambió. Emélida cumplirá la sentencia en la Cárcel Buen Pastor de Bogotá y su hija quedará bajo la custodia de su hermano.

domingo, octubre 01, 2006

¿Qué pasó con el Aeropirata del vuelo de AIRES?

Porfirio Ramírez / Aeropirata / Imagen Cortesia City Noticias

El 12 de septiembre de 2005 hacia las 10:00 a.m. un avión de AIRES que cubría la ruta Florencia-Neiva-Bogotá con 25 personas, fue secuestrado por un hombre en silla de ruedas y su hijo, quienes vivían en Florencia, Caqueta. Durante el viaje ellos crearon el pánico con dos granadas que mostraron a los pasajeros.

Colombia vivío minuto a minuto los momentos críticos de la situación pues Porfirio Ramírez y su hijo Lissin Jawer Ramírez, los secuestradores, permitieron que los pasajeros se comunicaran por celular con algunas personas y hasta con los medios de comunicación.

La petición era hablar con el presidente de la República para que les dieran una indemnización porque según ellos, hacía 14 años un grupo de la fuerza pública ingresó a la casa donde ellos se encontraban e hirieron a Porfirio causándole heridas tan graves que lo dejaron postrado en la silla de ruedas.

El Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán Arana, se pronunció sobre el tema y afirmó: "Es muy grave que Porfirio Ramírez haya empleado granadas mientras se encontraba en el avión y que haya utilizado a su hijo menor de edad para llevar a cabo el ilícito". Por eso pidió todo el peso de la ley para el secuestrador.

Porfirio fue llevado ante un juez de garantías que lo envío a la Cárcel Nacional Modelo, pero ante su apelación, un segundo juez dicidió que no había las pruebas contundentes para enviarlo a la cárcel y le dió la detención domiciliaria, mientras se definia su sentencia.

Finalmente se logró un preacuerdo entre la defensa y fiscalia donde Porfirio aceptaba los cargos de secuestro extorsivo, porte ilegal de armas y desvio de aeronave y recibía a cambio 8 años de detención domiciliaria. El juez lo aprobó y además le impuso una multa de 300 salarios mínimos legales vigentes. En total se realizaron seis audiencias ante jueces de garantías y de conocimiento.

Este caso tan nombrado en el país, fue también mi primer experiencia contundente en los estrados judiciales de Paloquemao en Bogotá. Tuve que estar en todas las audiencias, intervenciones y aprender cómo funciona el Nuevo Sistema Penal Acusatorio. Fue también mi oportunidad para hacer directos para City Noticias y creo que fue la mejor experiencia que me ayudó a crecer como reportera y sobre todo como periodista judicial.