En septiembre una familia de desplazados conoció en Bogotá a una mujer que les dijo que pertenecía a una ONG y que los podría ayudar a solucionar su situación económica, pero sobre todo a mejorar el futuro de sus hijos. Ellos le creyeron y se vieron con ella durante algunos días.
El 10 de septiembre de 2006 en el Hotel Tequendama de Bogotá se pusieron una cita y la mujer le pidió a la mamá que le dejara llevar a su hija de dos meses a unos exámenes médicos, la madre no dudó y la entregó. Pasadas las horas nadie regresó.
De inmediato se dió anuncio a la Policía y con un video del hotel se realizó el retrato hablado de la mujer y se dio inicio a su búsqueda en la Terminal de Transporte de Bogotá y en varios lugares de la ciudad.
El 14 de septiembre a las cinco de la tarde, la Sijín de Cali recibió la llamada de una mujer que les informó que sabía quien tenía la niña que estaban buscando en Bogotá.
Al otro día en las horas de la tarde, una señora y su hijo quien había sido soldado del ejército, llegaron a la oficina de la Sijín y denunciaron que la mujer que aparecía en las noticias como raptora de la bebé desaparecida era su hija y hermana.
También dijeron que la mujer había llegado a la casa con la niña y con una pañalera buscando ayuda, pero ellos no la apoyaron en lo que estaba haciendo y así se lo hicieron saber. Tal vez por esta razón la mujer salió de la casa a las diez de la mañana y no volvieron a saber de ella hasta ese momento.
La mujer, llamada Esmeralda Echeverri de 28 años, fue capturada y llevada a la Casa de Justicia de Cali, pero luego fue llevada a Bogotá para que se presentara ante un juez de garantías y se realizara la legalización de la captura, formulación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento.
Mientras la mujer estaba en Cali en la Casa de Justicia, la policía informaba que en Armenia, Quindío, había sido encontrada la niña, gracias a que el dueño de un hotel en esa ciudad había denunciado que una mujer de 28 años de edad había llegado con una niña recién nacida y la había dejado abandonada. Luego de indagar se dieron cuenta que se trataba de la bebé que venían buscando.
La niña fue entregada a sus padres mientras la mujer se enfrentaba a una audiencia pública. La Fiscalia le formuló los delitos de secuestro simple y agravado, que podrían darle entre 16 y 30 años de cárcel.
Esmeralda quiso detener su proceso afirmando que ella no fue capturada en flagrancia pues ella misma era quien se había entregado y además ella no estaba con la niña en el momento de la captura porque la había dejado en un hotel en Armenia.
La juez afirmó que si hubo flagrancia pues mientras ella se entregó a la Policía la niña continuaba desaparecida.
Esmeralda Echeverri, no aceptó los cargos en la primer audiencia, pero luego realizó un preacuerdo con la Fiscalía donde ella acepta el cargo de secuestro simple y le darían una rebaja de la mitad de la pena. La última decisión la tendrá la juez cuando dicte sentencia.