
Foto / Archivo personal / Enero 3 de 2007 /
La siguiente historia no tiene nada que ver con lo que están acostumbrados a leer en mi blog, no es sobre juzgados, ni delitos, pero si tiene que ver con el periodismo y con mi vida personal.
El pasado tres de enero de 2007 me casé por lo civil con una persona que estoy convencida es el hombre de mi vida. Su nombre es Juan José Posada Uribe. El también es periodista como yo, pero aunque es catalogado como un periodista deportivo, es un buen cronista, buen videográfo y sobre todo, un excelente profesional.

Foto Archivo personal / Enero 3 de 2007 /
Nos conocimos en la sala de redacción de City Noticias, él hacía deportes y yo judiciales. Nos encontramos, nos enamoramos y él me ha acompañados en los mejores momentos como un viaje a San Andrés en pleno diciembre 24, la creación de este blog, y los momentos tristes como la muerte de mi padre en pleno 2 de diciembre.
Aunque manejamos como un secreto de Estado nuestro deseo de casarnos porque no queríamos ni fiestas, ni celebraciones, pues estábamos de luto, por la muerte de nuestros padres (el papá de Juan José también falleció en febrero de 2006), se me “escapó” contarle a quien era el jefe de emisión el 29 de diciembre de 2006, el muy amablemente comentó al aire y delante de miles de televidentes del mundo entero la fecha de mi matrimonio.

Pues yo deseo aprovechar algo tan importante para mi como mi blog para contarles la noticia, que ya no es tan chiva porque ya fue contada, pero que si me hace muy feliz. Con esto vuelvo a escribir y les prometo más temas. Como les decía varios motivos personales me impidieron volver a escribir, pero ahora estoy de nuevo con ustedes y prometo mantenerlos actualizados, ya no solo en temas judiciales, ahora también encontraran historias relajadas sobre mi ejercicio como periodista y algunas cosas personales.
2 comentarios:
Por aqui conociendote y muy chevere espero que seas feliz bien acompañada felicidades un saludo desde el 1/2 Oriente!!! ;-)
Martha, Aunque te guste más el Marce, sabes que a mi no me vienes con cuentos.
Me hubiese gustado hacer este comentario desde la nota de tu papá, pero como leí las dos preferí la facil de escribir en la última.
Sabía que tu papá estuvo enfermo y de hecho hablamos en ese entonces, pero no que había muerto.
Igual es tarde para decir el típico y simple lo siento. Tú sabes que si por mí fuera te daba un abrazo gigante para hacerte sentir que de verdad puedo ser un apoyo en los malos momentos.
Sabes que vivimos instantes muy bacanos en la U con mis dormidas en clase, las reuniones en Torres Blancas y los vallenatos, que me imagino, ni olvidas, ni te han dejado de gustar.
Esto es un simple comentario y por eso debo cortar. Tenemos que hablar de nuestras cosas pero no por vía electrónica.
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