Los invito a ver la siguiente nota que hice para la sección de Consumo Cuidado de Noticias Caracol.
http://www.caracoltv.com/noticias/nacion/video-231222-mundial-sub-20-esta-siendo-utilizado-avivatos-para-estafas
En este sitio ustedes encontrarán historias de vida que llegan a los despachos judiciales. Además tendrán rutas y tips para acceder a la justicia. Mi lenguaje no es de abogados, soy periodista y mi objetivo es que todos los lectores cuenten con temas fáciles de entender.
Acerca de mí

- Marce Rojas
- Comunicadora Social Periodista con Especialización en Gerencia de la Comunicación Organizacional. Ganadora por Colombia del programa para periodistas líderes del mundo Edward Murrow 2009. Ganadora Premio Bicentenario de periodismo 2010: Construcción de memoria en categoría de televisión. Periodista judicial en City TV y Canal Caracol. Presentadora del programa "Fiscalía para todos"
jueves, julio 28, 2011
martes, julio 26, 2011
Columna recomendada
Foto / archivo particular
En mi cubrimiento diario de las noticias que se producen en el Palacio de Justicia conocí un abogado que hoy tiene mi respeto y admiración; se trata del ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia Hugo Quintero. Este jurista es muy hábil para convertir una complicada sentencia en un escrito digerible y lo más importante es que explica la decisión con temas actuales.
A continuación les comparto una de sus columnas que me pareció sencillamente espectacular.
Mirar y no tocar
Por HUGO QUINTERO BERNATE
“El tema no es nuevo y, lo peor, no es judicialmente extraño”
La imprudente, y lamentablemente bastante generalizada, opinión vertida durante un seminario por Michael Sanguinetti, oficial de la Policía de Toronto (Canadá), en el sentido de que “las mujeres deben evitar vestirse como putas para no ser víctimas de la violencia sexual”, ha originado toda una movilización feminista que en las más diversas ciudades del mundo ha realizado marchas de protesta, bajo el nombre “Slut Walk”, para reclamar una cosa de lo más natural. Que las mujeres tienen derecho a vestirse como se les venga en gana, sin que ningún varón pueda deducir de ello autorización para tocarlas.
El tema no es nuevo y, lo peor, no es judicialmente extraño, pues existen decisiones de jueces de los más diversos países “civilizados” absolviendo a violadores con fundamento en el tamaño de la falda, en lo ceñido del jean o en la profundidad del escote de la víctima. Acusada (Jonathan Kaplan-1988), protagonizada por Jodie Foster, es una película estadounidense que trata precisamente de eso.

A mí el tema me ha tocado reciente y lateralmente porque una joven conocida, estudiante de una universidad bogotana, se dirigía el viernes tranquilamente para su clase, cuando vio venir en sentido contrario y por la misma acera a un joven desaliñado que le produjo alguna aprensión. El tipo la arrinconó contra la pared, la manoseó e intentó besarla. Los gritos de la agredida alertaron a los vigilantes privados del sector, que capturaron al malandrín. La estudiante, ciudadana responsable, presentó la denuncia correspondiente, que le fue recibida de afán y sin ahondar detalles.
Hasta ahí el tema no pasaría de ser uno más de los cientos que ocurren. Lo asombroso es que quien formuló la imputación, optó por el delito de injuria por vías de hecho y no por el de acto sexual violento, con el argumento de la mayoría de edad de la víctima y de haber preferido el lado de la pared y no el de la calle, lo que facilitó el ataque, según el fiscal.
Mucho me temo que los fiscales están interpretando mal una decisión de la Corte Suprema, donde se dejó claro que no todo tocamiento a un adulto es acto sexual, pero que tampoco es siempre injuria, pues debe valorarse el uso de la violencia como instrumento para obtener el contacto.
Algo va de un atarván que a la pasada le coge el trasero a alguien, a otro que la acorrala contra una pared para impedirle el movimiento y poderla manosear. Exigirle a la víctima responsabilidad por haber elegido mal el lado de la calle, es peor que excusar a los violadores por el uso de algún tipo de prendas por parte de las agredidas.
Probablemente la solución no sea únicamente penal, pero hay que asegurase de que nuestras mujeres puedan ponerse lo que quieran y elegir el lado de la calle que su real gana les dé, sin más riesgo que el de soportar alguna mirada, aunque sea… penetrante.
Twitter:@quinternatte
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